En Cataluña, por Navidad, los niños le pegan bastonazos a un tronco (llamado Tió) que han alimentado durante unos días, para que les cague regalos. Es una tradición popular que todos los niños adoran y esperan. Con mi grupo de bolillos decidimos hacerlo cagar también pero aportando cada una de nosotras un regalo que sería sorpresa para a quien lo recibiese. Me olvidé de hacer una foto de lo que hice antes de envolverlo así que le pedí a su dueña que me la hiciera para poderla publicar en el blog. Y esto es lo que yo hice para mi compi invisible. A ella le ha encantado todo.
Feliz sábado.
